Por qué los programas DEI tradicionales son como regalar flores de plástico
ARTÍCULO 2 - MONOGRÁFICO "DEI SIN HUMO"

Por qué los programas DEI tradicionales son como regalar flores de plástico
¡Hola, mis queridos y queridas lectores y lectoras!
Si crees que formar a tus equipos en sesgos inconscientes o hacer un taller de liderazgo solo para mujeres es suficiente para desarrollar talento diverso, tengo malas noticias: estás regalando flores de plástico. Bonitas desde lejos, pero que no huelen y no crecen.
El 70% de los programas DEI fracasan (McKinsey), no por falta de buenas intenciones, sino porque intentan 'preparar' al talento diverso para encajar en moldes anticuados. Y yo me pregunto: ¿desde cuándo la diversidad es un problema que necesita solución?
Los 3 pecados capitales del desarrollo “de pega”
- Tokenismo formativo
¿De qué sirve un curso de confianza para mujeres si luego no tienen acceso a sponsors que les abran puertas? El 60% de las mujeres reciben formación en habilidades directivas, pero solo el 10% cuenta con patrocinadores reales.
Traducción: les enseñamos a nadar, pero no las dejamos entrar al agua. - Mentoría sin poder
La mentoría tradicional está bien para dar consejos, pero no promueve. El sponsorship aumenta las promociones en un 38% (Gartner). Ejemplo: en Cisco, los sponsors ejecutivos ayudaron a reducir la rotación de talento diverso en un 50%. - Planes de carrera genéricos
El 80% de los empleados/as diversos/as no tienen un career path personalizado (Deloitte). Si no defines cómo pueden crecer, estás dejando su desarrollo al azar.
Casos de éxito que sí entienden el desarrollo real
- Google: Implementó un programa de sponsorship para mujeres técnicas y aumentó un 34% sus promociones a puestos senior en 2 años.
- Salesforce: Creó planes de carrera individualizados y retuvo un 35% más de talento subrepresentado.
- Leroy Merlin España: Con el programa Soft Skills Helastric, el 80% de las participantes mejoraron su perfil y el 59% cambiaron de misión en menos de un año.
Y ahora, ¿qué hacemos? 3 claves para un desarrollo con impacto
- Cambia formaciones por oportunidades:
Intercambia un taller teórico por un proyecto real con visibilidad. - Exige sponsors, no solo mentores:
Que los líderes apadrinen talento diverso y respondan por su progreso. - Mide lo que importa:
No cuentes solo horas de formación; cuenta promociones, retención y satisfacción.
Desarrollar talento diverso no es cuestión de cursos ni de buenas intenciones. Es cuestión de compromiso, estructura y valentía. Es pasar de regalar flores de plástico a plantar jardines donde cada semilla —cada persona— pueda florecer en su máximo esplendor, sin pedir permiso.
Pero esto no acaba aquí. Porque, ¿de qué sirve desarrollar talento si a la hora de promocionar seguimos confundiendo mérito con afinidad, o potencial con ‘quién cae bien’?
En el tercer y último artículo de este monográfico, destriparemos juntos/as ese tema incómodo que muchas organizaciones esconden bajo la alfombra:
'Cómo evitar que el mérito sea un club privado'.
Porque ha llegado la hora de dejar de hablar de inclusión… y empezar a vivirla.
¿Contamos hasta tres?
¡Gracias por leerme cada mes! Y no olvidéis que la
diversidad es el camino, pero la inclusión es el destino.

Úrsula Mariategui
Responsable de DEI
LEROY MERLIN